Eileen Chang fue una de las escritoras chinas más importantes del siglo XX. Comenzó a escribir siendo jovencísima y con veintitrés años ya era una escritora famosa. Como Zweig, Schnitzler o Némirovsky, Chang situó gran parte de su obra en un mundo a punto de desaparecer, en este caso la China de los años treinta y cuarenta: un país con ciudades como Shanghai, que se modernizaba a pasos agigantados, abierta a Occidente y con una clase media pujante, pero sometido también a profundas tensiones políticas y asolado por la guerra sino-japonesa.

Pese a lo convulso de la época en la que están ambientadas la mayor parte de sus narraciones, Chang se centra sobre todo en historias de amor: «Solo quiero escribir sobre las cosas triviales que suceden entre hombres y mujeres; no hay guerra ni revolución en mi obra porque creo que cuando las personas se enamoran, son más inocentes y están más desamparadas que cuando luchan en guerras y revoluciones», dijo. Y es, seguramente, ese contrapunto entre lo aparentemente trivial y los acontecimientos históricos lo que ilumina sus historias de amor y las dota de una fuerza llamada a perdurar.

En las antípodas del melodrama, su sensibilidad es plenamente moderna, por eso sigue siendo una de las autoras más leídas en su país y levanta pasiones en Estados Unidos, donde ha sido ampliamente traducida. Ahora, por fin, llega a nuestras librerías. Esperamos que disfrutéis de su lectura tanto como nosotros.