Cuando Ge Weilong se presenta inesperadamente en casa de su tía, la señora Liang, para pedirle que la acoja y así poder proseguir con sus estudios en Hong Kong, no se imagina hasta qué punto ese encuentro cambiará su vida. La señora Liang le abrirá las puertas a un ambiente mundano, regido por la suntuosidad y la hipocresía, y Weilong tendrá que decidir si quiere formar parte de él. Así arranca la primera de las dos novelas cortas que contiene este volumen: un retrato espléndido de la decadente China colonial. Dos historias que, como apunta la narradora, se leen en el tiempo que tarda en arder un puñado de incienso.
Eileen Chang, nacida en 1920 y considerada la escritora china más importante del siglo xx, supo comprender con gran lucidez el encanto y la complejidad del momento que le tocó vivir. Centrándose en lo aparentemente trivial, Chang plasmó como nadie la convivencia y la contradicción entre los valores tradicionales y la modernidad de los nuevos usos occidentales. Mediante sus conmovedores personajes, exploró temas tan universales como el amor, la pérdida de la inocencia o la rigidez de las relaciones sociales.