España, 1925. El niño Pepín Mendieta descubre el virus del teatro al contemplar, desde lo alto de un árbol, una función al aire libre de El sueño de una noche de verano, que le lleva a abandonarlo todo para incorporarse a la compañía del gran Ernesto Pombal, un visionario llamado a revolucionar la escena de la época.
Sesenta años más tarde, en 1985, el octogenario Mendieta, convertido en el
rey de la comedia del teatro y el cine español, escribe sus memorias en su retiro madrileño. Por sus páginas desfilan los fantasmas de una época irrepetible y una apasionada turbamulta de cómicos, milicianos, putas generosas, empresarios, cineastas, extras con o sin frase y público en general, todos orbitando en torno a Pombal, «aquel genio admirado por Orson Welles y muerto en el más lamentable de los olvidos».
En Comedia con fantasmas, que ahora reeditamos, Marcos Ordóñez se sirve de la vida de un cómico y su periplo –desde chico para todo a ídolo protagonista– para retratar, con prosa ágil y deslumbrante, con humor y emoción, medio siglo de vida española. Una magnífica novela y un canto de amor al teatro, una saga que se lee como un relato de aventuras.